Estos son mis últimos mandalas, relacionándome con el color negro…una nueva etapa en que fluyo mejor con el negro, con esa parte oscura de mí que pide luz y que la puedo ver como parte de un todo. La puedo apreciar también como fuente de potencialidades y posibilidades y como plataforma para poder realzar la vida de otros colores, nuevos aspectos y caminos en mi vida!
Y es que no se trata de hacer una genial obra de arte, ni de fijarse en determinadas reglas o normas a la hora de crear mandalas, y ojo! tampoco es necesario que guste a los demás. Lo que importa es el simple hecho de crear, y sobre todo, de hacerlo sincerándonos, dejando que afloren nuestros sentimientos y emociones, que nuestra creación posea un significado y contenido y sea verdaderamente un reflejo de lo que está sucediendo en nuestro interior.
Creando nuestros propios mandalas nos permite comprender mejor lo que sentimos principalmente cuando estamos enojados, confundidos o experimentamos alguna otra emoción fuerte.
Cuando a través de nuestros mandalas podemos expresar todo aquello que nos duele o nos molesta, lo podemos identificar más fácilmente para poder integrarlo.
La creación de mandalas nos brinda la posibilidad de hacer concreto el problema,
de darle forma, manifestarlo, verlo , sentir y lo más importante,
la posibilidad de integrar y sanar!!
Susana Guerini
Si te gustó, compártelo con tus amig@s