En estos tiempos en que la muerte y la vejez se han puesto de frente a nosotros cuestionándonos el por qué se les ha olvidado y desvalorado, es cuando tenemos que volver a aprender a envejecer y morir con sabiduría como lo sabíamos hacer antiguamente como humanidad.

Vivimos en un sistema donde considera que la vejez ya no es productiva y “no sirve” y donde cada vez más se encierran a los ancianos en asilos aislándolos de las familias y quitándonos la oportunidad de aprender de nuestros ancianos sabios, de sus enseñanzas y de sus experiencias. Así mismo los rituales de la muerte han sido sustituídos por procesos mecánicos y rápidos, se han cambiando los funerales en casa por funerales en empresas privadas y en ambientes ajenos y fríos. De esta manera tenemos poco contacto con estos procesos y perdemos la sabiduría de estar con la vejez y estar con la muerte. Dejamos de honrar y respetar estas etapas de vida y ya no sabemos cómo envejecer y ni cómo morir.. y esto nos dá pánico.

Y es que en esta cultura occidental se nos vende el lema de que tenemos que permanecer jóvenes, como cultura tendemos a ser una cultura todavía adolescente. Se invita constantemente a las personas mayores a actuar como adolescentes, donde todo gira alrededor de “mí”, “puedo hacer lo que yo quiera”, “estoy retirada y puedo hacer lo que sea con mi vida”, “ soy el centro de todo”. Así permanecemos como adolescente aunque seguimos creciendo en años y tenemos más y más abuelas que quieren aparentar ser más jóvenes, vistiéndose como jóvenes resistiéndose a envejecer y tratando de controlarlo de alguna u otra manera. Ellas o ellos no son responsables en cierta medida porque no hay una cultura que respete su sabiduría.

“Abuelas adolescentes” que no son un buen ejemplo para los realmente jóvenes. Y es que convertirse en ancianas sabias es un logro porque se hacen, no nacen. Están hechos de enseñanzas y trabajo personal y también gracias al reconocimiento de una cultura que valora y sabe sobre lo que es un anciano sabio. Esto no existe, por el contrario se nos ha quitado esta sabiduría y somos como huérfanos de la sabiduría del proceso de envejecer y morir.

 

El círculo de La vida y la muerte

 

He estado recibiendo enseñanzas sobre la vida y la muerte durante algunos años ya y en estos tiempos sobretodo me he dado cuenta de la importancia enorme que tienen estas enseñanzas en nuestras vidas y en nuestro camino como humanidad. Nos hemos llenado de miedo a envejecer y a morir.

Recientemente recibí nuevas enseñanzas con un abordaje diferente y en donde me regresan siempre al círculo sagrado. Me han ayudado a concientizar la importancia de aprender a ser anciano o adulta sabia y la valor de incluir a los antepasados en el círculo de la vida y la muerte.

Y es que en la cultura occidental vemos la vida como si fuera una línea recta y de repente pop! nace un bebé y pop! muere alguien, es como si viniéramos de la nada y desaparecemos al final y en el medio no hubiera nada. Y la verdad es que no hay nada en la naturaleza que tenga ese patrón, todo es cíclico, todo es continuo, nada se detiene, todo circula. Por eso es importante empezar a replantearnos el proceso circular de la vida y de la muerte rescatando el valor de los ancestros.

Este tema lo he trabajo dentro de un proceso creativo usando el mandala collage para reflejar lo que es el camino circular de la vida y la muerte. Basándome e inspirándome en el diagrama de Sarah Kerr, la que fue mi maestra de Soul Passage, he creado este collage para representar y sentir ese flujo circular de la vida y la muerte. Justo ha coincidido con la venida a esta Aldea de los Vivos de mi primera nieta. Así que ha sido perfecto mi proceso con el tema. Me doy cuenta de que es un desafío para mí adaptarme de una manera consciente, responsable y madura a mi nueva identidad de abuela.

Este abordaje para mí tiene mucho sentido. Venimos al mundo y nacemos en la Aldea de los Vivos, la parte inferior del mandala collage, vivimos ahí por el tiempo que sea para luego pasar por la muerte y entrar en la Aldea de los Ancestros, la parte superior del mandala collage. Por eso es que en muchas tradiciones dicen que los ancianos y los niños están muy cerca porque vienen recientemente o van al mismo lugar.

Puedes hacer clik en las flechas de los bordes para ver más imágenes del proceso creativo

 

Así como nuestros ancestros están felices de recibirnos cuando morimos al traspasar el velo, aquí en la Aldea de los Vivos también esperamos con ansias y felicidad la llegada de un bebé.

Como pueden ver este círculo es como un mapa circular donde transitamos pero se nos ha olvidado la importancia o el puesto de los ancianos, hemos excluído a nuestros antepasados como parte de las etapas de la vida. Al incluir a los antepasados en el mapa logramos hacer un círculo en lugar de una línea recta. Todo es un cíclico, los antepasados forman parte de este ciclo y los necesitamos para integrar todos los cambios.

El poder incluir todo en un movimiento circular hace que nos sintamos más contenidos y apoyados. Me gusta mucho este mapa circular de la vida y la muerte que he aprendido pues se siente orgánico y resuena en nuestra naturaleza humana. Pero a la vez que otorga esperanza y alivio sobretodo en estos tiempos con tanta gente con miedo a morir, también nos pide más consciencia sobre cómo vivir nuestra vejez y cómo vivir nuestra muerte y tratar de conseguir ejemplos vivos de ancianos que lo vivan realmente. Antepasados sabios que estén conectados con su edad y su época, que no actúen como adolescentes y que puedan ser verdaderos ejemplos de sabiduría que debe transmitirse urgentemente a los que estamos cerca.

En este camino uno necesariamente mira alrededor a quienes ya están en edad adulta para ver si encuentra una buena referencia de un anciano o anciana sabia y por mi experiencia les digo que es difícil encontrar alguien así. Afortunadamente tengo una amiga mayor que la puedo considerar como anciana sabia, es alguien que vive y está muy conectada a la naturaleza, quizás un factor sea que al estar conectada profundamente con los ciclos de la naturaleza hace que ella esté así mismo conectada con los ciclos de la vida.

Lo que sí podemos hacer es empezar a cambiar esto nosotros en la edad que tengamos, a hacernos más conscientes y ocupar y encajar en la edad que estamos con responsabilidad. También abrirnos a aprender, a escuchar y honrar a ancianos o ancianas sabias que conozcamos. Incluir a nuestros antepasados en nuestra comprensión del ciclo de la vida. Aceptar que la muerte es un proceso de iniciación para alguien como antepasado, entendiendo esto podemos enfrentar mejor a la muerte y verla como una iniciación no solamente para el que está muriendo sino para todos los que están involucrados.

Nuestros hijos, nietos, bisnietos necesitan ejemplos de ancianos sabios para aprender a envejecer y morir.

Susana Guerini

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